Para grabar audios, es crucial manejar el ruido de fondo y cualquier sonido adicional. Si estás grabando un testimonio, asegúrate de que la persona esté en un lugar tranquilo donde no haya mucho ruido de fondo ni voces adicionales. Si tu objetivo es crear un producto sonoro como una cuña o un voxpop, puedes grabar diferentes sonidos por separado y luego combinarlos en postproducción. «CapCut» es una excelente opción para realizar esta tarea, ya que te permite editar tanto imágenes como audio de manera sencilla.
Es importante tener en cuenta el formato y la plataforma donde vas a difundir y utilizar tu contenido. En muchos casos, no podrás alterar los documentos una vez registrados. Cualquier edición de tus productos comunicacionales debe ser indicada claramente al momento de la difusión.
La manera en que envías tus archivos (imágenes, videos y audios) es igual de importante o incluso más que la calidad misma del producto, ya que no sirve de nada tener buenos contenidos si al enviarlos se pierde calidad o se alteran.
Cuando envíes audios, es recomendable guardarlos en formato «MP3» o «MP4», que son formatos comunes en la mayoría de los dispositivos móviles. Si has grabado audios a través de WhatsApp, estos suelen guardarse en formato «WAV», pero puedes convertirlos fácilmente usando un convertidor en línea como Convertio.
Para enviar cualquier tipo de archivo, te sugiero utilizar servicios de almacenamiento en la nube como «Google Drive» o «WeTransfer». Evita enviar directamente fotos y videos desde tu galería de fotos a WhatsApp, ya que esto puede reducir la calidad de tu trabajo y afectar los resultados finales.
Una vez que hayas cargado tus archivos en la nube, puedes compartir el enlace a través de WhatsApp u otros medios. De esta manera, la persona que reciba el enlace podrá descargar los archivos con la calidad original. Este método también es válido para formatos gráficos como ilustraciones o artes destinadas a redes sociales o impresión.